La solidaridad humana y el compromiso social son actitudes que trascienden la formación técnica en una disciplina, estas nacen de la esencia de cada persona y sus valores más profundos y constituyen una posición frente a la vida, al mundo y a las demás personas.
Desde esa posición, y como profesional en Psicología, es desde donde se puede brindar un espacio de escucha, apoyo y reconexión con la vida y la esperanza a aquellas personas que más lo necesitan.